martes, 21 de agosto de 2012

Disfruta

De una sonrisa que te regala la persona más maravillosa del mundo. Del beso de un ser querido que no quiere perderte porque sabe que te quiere. Del abrazo de un amigo que te agradece que ha pasado contigo un buen rato.
Disfruta de la brisa nocturna que refresca y te inspira. Del sol del mediodía que da cobijo a una sombra con alegría. Del brindis con cervezas en un mostrador de chapa mientras suman la cuenta con tizas de pizarra.
Disfruta del paseo que te regala Sevilla desde el centro a Triana o de Triana a Campana. Del olor a azahar que perfuman nuestros días cada mañana. Del coche de caballos que espera pasear a la mujer más guapa, su Giralda.
Disfruta de la ilusión de un 5 de Enero en la ciudad más mágica del mundo. Disfrázate cada 5 de Enero de niño y juega a no dormir esa noche para ver a los Magos de Oriente. Disfruta del regalo más valioso que se pueda dar que no es otro que la felicidad.
Disfruta de cada día desde el minuto uno que abres los ojos, hasta el último en el que los cierras para soñar. Disfruta por ver el vaso siempre medio lleno. De ser optimista y poner una sonrisa a los malos días.
Disfruta porque la vida está hecha de pequeñas cosas y las más importantes te esperan en donde menos te las imaginas.

No la busques, simplemente disfruta.

lunes, 13 de agosto de 2012

Pensar

Muchos dicen que pensar es mantenerte entretenido, que pensar es darle vueltas a la cabeza a muchas cosas sin sentido.
Y digo yo, ¿Por qué no piensan conmigo? Paseemos por el puente, cerremos los ojos y pensemos. Mientras el párpado nos cubre la pupila y lo claro se hace oscuro, pensemos en el mundo que nos depara esta maravillosa vida.
Cada uno de nosotros le dedicamos muchos segundos, horas, días y meses de nuestra vida a pensar en un mundo mejor, a pensar sobre el qué dirán, si mañana lloverá o hará sol. Es más, a lo largo de nuestra vida seguro que le dedicamos más tiempo a pensar que a sonreír.
Pensamos en cómo manejar el tiempo y nos damos cuenta que el tiempo es quién nos maneja a nosotros, que somos fuerte ante la vida y a veces la vida nos hace arrodillarnos. Pensamos que somos más fuertes que el otro y que el otro es más débil que nosotros, que salimos a la calle y la calle es nuestra.
Pensamos que por no dar los buenos días somos más orgullosos que el otro y no pensamos que al no darlos perdemos nuestra mayor carta de presentación, la educación.
Podemos decir que pensar es maravilloso que nos distrae, que nos mantiene entretenidos, que nos traslada a un mundo inusual donde todo es un paraíso.
Y ahí nos equivocamos, pensar no es lo mismo que imaginar. Pensar es ver la realidad e imaginar es soñar. Por eso, en este mundo de los sueños hay una cosa que nunca debemos olvidar y es que podemos pensar.
Pero sobre todo y lo más importante pensemos en cómo ser felices y ya imaginaremos dónde lo celebraremos.
Ahora abran los ojos y piensen solamente en cómo ser felices, miren a su alrededor y busquen donde está la felicidad, está cerca, muy cerca se lo prometo. Cuando la encuentren háganla suya y no la dejen escapar, es el mayor tesoro que la vida nos puede dar.
Una vez que la tengan imaginen la de cosas que se pueden hacer con ella. La primera, disfrutar de la vida con una sonrisa de oreja a oreja.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Tu Zurda

Noche de Abril, mientras Sevilla bailaba entre sevillanas al sol de un albero que radiaba alegría tú estarías en Los Lebreros con tus auriculares puestos.
Fuera, en Luis de Morales, se mezclaban las palmas con los brindis por manzanilla y hasta las sevillanas venían con sus trajes de gitana desde el Real a la Bombonera.
Seguramente los nervios estarían a flor de piel esa tarde en el hotel, no veías la hora ni el momento de pisar el césped del estadio de tus sueños. No sabías si serías titular o saldrías desde el banquillo.
Desde el túnel de vestuarios, en torno a las 20:45 de la noche pudiste escuchar el mejor Himno del mundo cantado por cuarenta y cinco mil almas sevillistas que ya te llevaban en volandas. “Dicen que nunca se rinde…”
Y el partido se hizo eterno y la feria se quedaba vacía mientras, el que no estaba en el campo colocaba un televisor en alguna caseta porque Eindhoven estaba a la espera.
Minuto cien de partido, cien como nuestro centenario, cien como los mosqueteros que te dibujaron esa carita de Ángel, cien las veces que habrás tirado a portería en muchas tardes de verano en Nervión.
¿Recordamos ese minuto? Nervios a flor de piel, la tanda de penaltis volaba sobre el Pizjuán y nadie quería vivirla. Un joven de Los Palacios, llamado Jesús y conocido como Navas, enfiló su banda derecha, sí, la derecha, la contraria por donde tú estabas.
Centró y el balón se paseó por el borde del área como se pasean las guapas flamencas por el Real de la Feria. Conforme te llegaba el balón recuerdo como tu cuerpo se inclinaba hacia tu derecha y armabas tu pierna izquierda. Esperaste el bote exacto antes de tu pie para con toda tu alma encajar el balón en el fondo de las mallas.
Y fue Gol, se hizo el silencio un segundo en el Pizjuán y retumbó tu gol en toda Sevilla. Te viniste al córner que une la grada del Gol Norte con Preferencia y besaste tu mano y miraste al cielo buscando a tu abuelo.
Hoy te miramos a ti que estás en el tercer anillo y esto no es cuento, esto es una historia que tú hiciste realidad aquella noche de Abril.
Gracias, Antonio Puerta. Tu zurda siempre brillará en el Pizjuán porque está llena de diamantes.