jueves, 27 de marzo de 2014

Al Pregonero

1 de Octubre de 2013, cuando la tarde se hacía noche y enfilas el día para acomodarte y disfrutar de tu tiempo libre, suena el teléfono.

Quizás la llamada que menos te esperabas en ese momento, aquella que seguramente te dejó sin palabras.

Me imagino esa emoción cuando te comunicaron la noticia y, sobre todo, el cómo se la contarías a tus seres queridos. Tuve la suerte de compartir contigo ese momento.

A ti pregonero, que desde el 1 de Octubre vives en un estado constante de Cuaresma, en un estado de Vísperas y en un estado de nervios cuando ves que la pluma te abandona.
 
A ti pregonero, que no hay costal más grande que aquél llevarás durante el Domingo de Pregón con tu Virgen de la Paz.
 
Angustias, Los Milagros, Virgen de Consolación y Esperanza de Triana… Triana, verde Esperanza… Como Esperanza es la que tienes y nunca pierdes para escribir tu sueño, tu semana grande, para juntar letras y versos que salen de tu corazón y escribir tu pregón.
 
Esperanza, terciopelo verde, como las pastas que encuadernan algo tan mágico que llevarás dando formas, seguramente, desde hace mucho tiempo. Tanto tiempo, que tu pregón no empezó el 1 de Octubre, empezó cuando naciste cofrade.

Por eso, y con tu amistad y confianza, permíteme dedicarte estas humildes palabras, de corazón.
Desearte lo mejor y que disfrutes de cada letra y palabra que hayas escrito en cada folio.

Un sueño que se te hará realidad. Un 6 de Abril para recordar.
 
A Juan Gutiérrez, Pregonero Semana Santa Utrera 2014.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Ahora

Ahora que no tengo tiempo para tener tiempo y dedicarte palabras sinceras, palabras que salen de dentro. Ahora que las prisas me rodean y empiezan por querer estar delante de mí, sin que sepan que yo las acabo adelantando.
Ahora que no vivo en mí porque vivo en la cuenta atrás de algo tan bonito que me espera en una tarde-noche de verano. Me espera… y nos espera…

Ahora que sé que volverás a leer y buscar en este puente esos relatos que cada noche te hacen estar más cerca de mí. Ahora en la distancia que nos separa un par de barrios y que los días pasan sin verte, te dedico estas palabras.
Ahora que dices que a veces escuchas los silencios entre paredes de una casa. Ahora que echas de menos a ese que siempre contaba chistes y hacía el tonto, para arrancarte la mejor de tus sonrisas.

Ahora que el tiempo es ley de vida y nos hace coger el camino de seguir por nuestra cuenta. Ahora que los retos vienen en solitario y gracias a ti sabré como afrontarlos.
Ahora, hoy y siempre te dedicaré todo mi tiempo del mundo, porque vives en mí a pesar de que nos separen dos barrios de distancia.
Y nuestro puente siempre nos une para que, por más que me independice, vaya yo a verte. Orgulloso de tenerte siempre madre.