jueves, 25 de octubre de 2012

Hoy

Hoy toca parar el reloj en el preciso instante en que mis ojos se cierran y se limitan a soñar. Hoy toca parar ese segundero que avanza en esa esfera, buscando convertirse en minuto y queriéndonos ganar la batalla del tiempo.
Hoy quiero perderme en un mar de calles; estrechas, largas o anchas y recordarte. Recordarte en cada lugar que por más que lo pisas me sigue trayendo tu brisa. O en ese banco donde al pensarte me arrancaste una sonrisa.
Hoy cerraré mis ojos y pasearé por las calles del sonido, por los callejones del silencio, por las plazas de la alegría con el objetivo de que tus ojos me busquen… Sí, tus ojos, porque no hace falta tener los míos abiertos para saber que sigues ahí. Que cuando cae el atardecer salimos a nuestro punto de encuentro, la ciudad se hace eterna hasta el alba y podemos soñar.
Hoy te pido que paremos el tiempo, que salgas a mi encuentro, que por más que cierre los ojos te sigo sintiendo, soñando, pensando y por qué no… queriendo. Te sigo queriendo por más que pasen los años, y, permíteme que te quiera por el resto de mis días. Porque eres maravillosa, porque cuando me alejo te añoro y necesito saber de ti, llegar a ese punto de encuentro que es tu calle y mi calle, la calle de los amores o el pasaje de las pasiones, o la plaza de los besos o los portales donde nos abrazamos.
Hoy quiero parar el reloj y soñar, para que el tiempo no me despierte de este sueño tan bonito que estoy viviendo contigo.

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